¿Te has preguntado alguna vez porque somos tan propensos a consumir marca?

Es un hecho cierto que a través de un objeto exclusivo de marca podremos sentir que nos aporta una cualidad específica, un sentimiento de felicidad, de seguridad o de sensación de pertenencia a un grupo concreto de la sociedad. Es la condición humana, nos ocurre a todos. A los adultos, a los niños, y ni qué decir tiene a los adolescentes en quienes ese fenómeno todavía se manifiesta más claramente en esa búsqueda de identidad, diferenciación de los demás o integración  y pertenencia a un grupo.

En el universo de la moda esa condición humana nuestra cobra especial relevancia, dado que lo primero que vemos en el otro es precisamente eso, la imagen que proyecta y cómo va vestido. Es sin duda una de las cosas que más cuidamos, queremos vernos bien y que nos vean bien. Así de sencillo. Muchas veces es la primera impresión lo que lo determina todo.

Por eso y sin volvernos locos, si una determinada marca nos ofrece una experiencia positiva siempre nos dará confianza y tranquilidad para poder repetir con la misma marca, muchas veces nos hará sentir que es parte de nuestra propia imagen, y dado que cada marca dentro del universo de la moda mantendrá lealtad a su propia especificidad,  se cuidará al extremo de no variar escandalosamente y será siempre fiel a su propio estilo o filosofía concreta sin introducir grandes variaciones, se da la circunstancia de que cuando nos gusta una marca normalmente lo hará siempre.

En mi humilde opinión creo que debemos luchar por el perfecto equilibrio entre varias cosas:

La primera, que en esencia toda ropa ejerza una función protectora  en nuestros cuerpos.

La segunda; elegir una ropa de calidad, que puede ser de marca, o no, según las posibilidades, las circunstancias, y  muchas cosas.  -también hay ropa que sin ser de marcas conocidas ofrece los mismos estándares de diseño y calidad.-

La tercera, nunca renunciar a la calidad en pos de la marca, si las dos van unidas y así se quiere perfecto, pero sin sacrificar la calidad, en definitiva no podemos olvidarnos que la ropa es un instrumento a nuestro servicio y no al revés.

Y la cuarta; que nos permita siempre cuidar esa otra función estética, de buena imagen de uno mismo y de pertenencia a un grupo que tan necesaria es.

¡Buen martes!

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