¿Por que ha resucitado el chándal?
Si alguien nos hubiera dicho hace años que veríamos los chándals combinados con tacones y abrigos de corte formal no nos lo hubiéramos creído, como tampoco nos hubiéramos creído que el mundo iba a parar el reloj manteniendo a la humanidad quieta dentro de casa durante tanto tiempo. Y es que lo segundo tiene relación con lo primero. Hemos aprendido a estar muchas horas en casa con prendas cómodas y confortables, olvidándonos y liberándonos también de tener que vestir con «ropa de verdad«, y eso ha traído como consecuencia que los diseñadores apuesten por dichas prendas o formas de vestir. Y de momento, no parece que vayan a salir de nuestras vidas en mucho tiempo. Esta tendencia definitivamente ha venido para quedarse, ya lo decíamos en otro post hablando de otro grande de las prendas deportivas que han salido a la calle, los joggers.
Chándal, y además fucsia
Así las cosas, si el primer efecto de la pandemia en cuanto a la moda tiene que ver con el rescate de los chandals para uso en la calle, el segundo efecto tiene que ver con el color de los mismos. Este año la prenda más buscada es el chandal de color fucsia, en un alarde de alegría para olvidar tiempos pasados.
Por eso, este año se verán a madres y a hijas con chandals rosas. El rosa que había sido durante décadas patrimonio exclusivo de las niñas, ya no lo será tanto pues arrasa también en la moda de mujer adulta y lo hace con un fucsia vivo que aún siendo un color más visto habitualmente en el verano, irrumpe con fuerza este inverno, en un intento de que uno se quite las penas de encima. Y en cuanto a los looks de niña, ¿cuándo el rosa les ha sentado mal?
Diferentes versiones y diferentes usos
Los veremos en algodón y de neopreno, con los puños cerrados y sin cerrar, de corte ancho y estrecho, con chaqueta corta y chaqueta más larga.
Son de una versatilidad enorme pues además de servir para las necesidades deportivas de todo el mundo, sirven también para crear outfits increíbles según el calzado y complemento que les pongamos.
El chándal pues, ya no tiene ni estilo definido por todas las cosas que se pueden hacer con él, ni edad, pues lo veremos en los outfits de calle de mamás, hijas, y porque no, de abuelas.
¡Aquí os traigo dos muestras perfectas de lo dicho!